¿Qué es? La esclerosis sistémica o esclerodermia es una enfermedad autoinmune, generalizada, crónica y progresiva que afecta al tejido conectivo, de etiología desconocida. Afecta con más frecuencia al sexo femenino (3-5:1), en la cuarta y quinta década de la vida (40-50 años).
¿Cómo se manifiesta? se caracteriza por alteraciones vasculares que provocan isquemia y fibrosis de diversos tejidos y órganos: vasos sanguíneos, piel, articulaciones, músculos y órganos internos (tubo digestivo, pulmón, corazón y riñón, principalmente). Los síntomas más frecuentes son:
- Fenómeno de Raynaud
- Manifestaciones cutáneas: morfea, esclerodermia.
- Alteración del tubo digestivo: hipomovilidad y dilataciones, sobre todo a nivel esofágica.
- Enfermedad pulmonar: enfermedad pulmonar intersticial difusa o hipertensión arterial pulmonar.
- Alteración cardiaca: fibrosis miocárdica, pericarditis…
- Insuficiencia renal
- Alteraciones musculoesqueléticas: a nivel óseo, articular o musculotendinoso.
¿Qué podemos hacer? De momento no hay cura, su tratamiento es sintomático, es fundamental el cuidado de la piel, evitar traumatismos y el frio. La fisioterapia irá encaminada a evitar deformidades, a base de elongaciones, movilizaciones, masaje, y a mantener la funcionalidad en el desempeño de las actividades de la vida diaria.