La espirometría consiste en el análisis de los volúmenes pulmonares y la rapidez con que estos pueden ser movilizados para el diagnóstico y el seguimiento de patologías respiratorias. En función de si la espiración es lenta o rápida la espirometría puede ser simple o forzada.
Una espirometría simple consiste en realizar una inspiración máxima a partir de una situación de reposo, seguida de una espiración hasta volumen residual. A diferencia de la forzada no se realiza con máximo esfuerzo y celeridad. La espirometría simple nos informa de los volúmenes pulmonares estáticos:
- Volumen corriente o tidal (VC o VT): volumen de aire que entra y sale del pulmón en una respiración espontánea y tranquila. Su valor es de unos 500 ml.
- Volumen de reserva inspiratorio (VRI): volumen adicional de aire que penetra en una inspiración máxima, tras una inspiración normal. Aproximadamente 3000 ml.
- Volumen de reserva espiratorio (VRE): volumen de aire expulsado por un esfuerzo espiratorio activo, tras una espiración pasiva. 1100 ml.
- Capacidad vital (CV) = VC + VRI + VRE. Es el volumen de aire eliminado en una espiración máxima, realizada después de una inspiración máxima. 4600 ml.
- Capacidad inspiratoria (CI) = VRI + VC. Cantidad máxima de aire inspirado a partir de una espiración normal. 3500 ml.
- Capacidad espiratoria (CE) = VRE + VC. Cantidad máxima de aire espirado tras una inspiración normal. 1600 ml.
La espirometria posee un gran valor diagnóstico para el fisioterapeuta, ya que permite categorizar las enfermedades respiratorias, conocer el grado de obstrucción del paciente y elegir las técnicas de fisioterapia respiratoria más adecuadas en cada caso.